Despacho para avogada en edificio de vivendas
El proyecto nace condicionado por la búsqueda de luz natural: una sucesión de espacios intercomunicados que, para resolver en dimensiones mínimas la variación entre áreas de estancia y movimiento, niegan la ortogonalidad apoyándose, como argumento, en el parquet de castaño en espiga existente.
Jugamos con las espigas en la definición de la tabiquería y los revestimientos, proyectando las paredes en el techo a partir de la malla del pavimento, con gestos mínimos que consigan diversificar el espacio sin crear compartimentaciones. Una única división, adecuadamente situada, de la que se despliegan los filtros de privacidad y acústica en forma de carpinterías de madera lacada en blanco y vidrio. Se emplean lamas móviles para la sala de reuniones, permitiendo la regulación gradual de privacidad en una solución integrada con la imagen de la oficina.
Se recuperan los acabados iniciales, puliendo el parquet y dejando a la vista la estructura de hormigón y la piedra de la medianera, y se opta por reducir a la mínima expresión las nuevas intervenciones. Para eso se opta por madera lacada en blanco y paredes blancas, de modo que el castaño del suelo protagonice el espacio.